Hablemos de
Bioética…
“Vivir la muerte”
Por Pbro. Lic. Alejandro de Jesús Álvarez Gallegos
Twitter: @padrealejandro
Facebook: Hablemos de Bioética
Yo soy la resurrección y la
vida, quien cree en mi, aunque muera vivirá” (Jn 11,25)
¿Qué es el duelo?
El duelo es la actividad y actitud de la persona ante
la reacción emocional, espontánea y natural del sufrimiento producido por:
Pérdida de bienes,
prestigio, posición, afectos, amores, amistad, identidad personal, autoestima,
ilusiones, honor, verdad, posibilidades, salud, integridad corporal, raíces
culturales, patria, trabajo... Omisión de lo que no se pudo tener, ser, hacer,
amar o ser amado...Alejamiento o separación parcial o definitiva de alguien
amado.... Muerte de seres queridos y la propia muerte cercana.
Su intensidad
La intensidad del sufrimiento en los duelos,
obviamente, es mucho mayor por la muerte de seres queridos que por pérdidas de
bienes apreciados.
En efecto, la intensidad de los sentimientos se
produce por:
Lo definitivo de la pérdida o de la muerte.
La ansiedad de la separación.
El vacío o desconcierto de la ausencia.
La causa y circunstancias que lo ocasionaron (acción o
muerte impuesta, indigna, deshumanizada, con abandono, con negligencia, con
violencia...)
La hondura de la relación existente.
El rol desempeñado por el difunto o ausente
La fuerza del "apego": dependencia o
independencia que se ha generado
La actitud asumida: pasiva o activa
La consideración sobre la realización, satisfacción y
cumplimiento de la vida del fallecido.
Los asuntos sin resolver entre dolientes y difuntos.
La utilización de los recursos humanos y religiosos de
que dispone cada persona: carácter, salud mental, autoestima, capacidad
adaptativa, experiencia de otros duelos, acción vincular y familiar, capacidad
de expresar el duelo, vivencia espiritual. Sufrimos como somos, pensamos,
creemos y esperamos, es decir según nuestra propia personalidad.
La intensidad del duelo puede variar según este tipo
de vínculos o situaciones:
1. Muerte del hijo
2. Muerte del cónyuge
3. Separación o divorcio del cónyuge
4. Encarcelamiento o pérdida de la libertad
5. Muerte del familiar cercano
6. Accidente o enfermedad
7. Crisis familiar grave
8. Expulsión del trabajo
9. Pérdida económica importante
Duelo: ¿Cómo afecta?
En el proceso del duelo queda dañada la biología de la
persona (corporeidad), se resiente en
los proyectos, estilos de vida, mundo emocional, vida espiritual..., así como
la autoestima, razón vital, gusto por la vida, sentido existencial. El duelo es
una experiencia global. Afecta a toda la persona, en todas y en cada una de sus
dimensiones:
- Física
- Emocional
- Intelectual
- Social
- Espiritual
He aquí las principales
reacciones:
En la
dimensión física:
·
Dolor de cabeza.
·
Sequedad de boca.
·
Falta de energía y
debilidad.
·
Llanto.
·
Taquicardias.
·
Anorexia y pérdida de peso.
·
Alteración en el sueño.
En la
dimensión emocional:
·
Tristeza y depresión
temporal.
·
Deseo de presencia del
fallecido.
·
Hablar con el muerto.
·
Añoranza.
·
Obsesión por recuperar la
pérdida.
·
Deseo de unirse al muerto.
·
Suspiros.
·
Sentimiento de impotencia.
·
Insensibilidad y desinterés.
·
Sentimiento de abandono y
soledad.
·
Culpa y auto-reproche.
·
En la
dimensión social:
·
Auto-aislamiento.
·
Hiperactividad.
·
Hipersensibilidad a
ruidos, risas...
·
Deseos de
superprotección.
·
Desconcentración en el
trabajo.
·
Despreocupación por lo
cotidiano.
·
Ausencia de proyectos.
·
Desinterés por los
acontecimientos externos.
·
En la
dimensión Intelectual
·
Confusión y aturdimiento
·
No aceptación de la
realidad
·
Incredulidad
·
Alucinaciones visuales
y auditivas.
·
Dificultad de atención
y concentración.
·
Obsesión por encontrar
respuestas.
·
·
En la dimensión espiritual:
·
Conciencia de la finitud
humana.
·
Sin esperanza de
trascendencia.
·
Crisis del sentido
vital.
·
Crisis de fe.
·
Dudas del amor y
bondad divinas.
·
Sentirse abandonado por
Dios.
·
Resentimiento contra Dios y
alejamiento de la Iglesia...