jueves, 29 de noviembre de 2012

Hablemos de Bioética…

¿Qué es la Pastoral de la Salud?
Por Pbro. Lic. Alejandro de J. Álvarez Gallegos
Coordinador Diocesano para la Pastoral de la Salud
Twitter: @padrealejandro
Facebook/ Hablemos de Bioética
Blog: hablemosdebioetica.blogspot.com

La acción sanadora de Jesús no es la obra de un curandero, taumaturgo, terapeuta o médico. No es el opositor de la ciencia médica, ni siquiera desarrolló ningún discurso sobre la salud, sino que es suscitador de nuevas experiencias saludables y salvíficas.
Toda su vida, incluso su dolor, sufrimiento y muerte, es un generar salud tanto a nivel físico como en lo emocional, social, intelectual y religioso de cada individuo y de la convivencia social.
Sanar es una forma de amar. Su acción terapéutica procede de una persona sana (vive en clave de salud), saludable (irradia salud), sanadora (regenera salud); de una persona que vive una salud integral, responsable, gozosa, liberadora, solidaria, personal y comunitaria, abierta a la salvación.
Pastoral de la Salud es la presencia y la acción, en nombre del Señor Jesús, de un ministerio de relación de ayuda, específico, entusiasta, encarnado y capacitado, iluminativo, celebrativo, creativo y organizado que tiene como modelo acabado la espiritualidad del Buen Samaritano. El sale al encuentro del enfermo, de su familia, de los profesionales de la salud, de las estructuras de salud y de todas las personas para potenciar una cultura más humana y más cristiana frente al dolor, al sufrimiento, la discapacidad, la agonía, al duelo y a la defensa de la vida.
Ministerio llevado a cabo desde la fe, por el anuncio y testimonio de toda la comunidad cristiana (específicamente por el obispo, sacerdotes, diáconos, religiosas y religiosos, ministros extraordinarios de la comunión, agentes de pastoral, profesionales cristianos de la salud y por el mismo enfermo) apoyándose en los auxilios de la gracia divina que son dados en la vida sacramental, en la escucha de la palabra revelada y en la vida profunda de oración.
Su objetivo: es ofrecer salud-salvación por medio de la curación, asistencia, liberación, sanación, reconciliación, sentido vital, crecimiento humano y salvación.
Su misión: es el encuentro con el enfermo, su familia, con los profesionales de la salud, con las estructuras de salud y con los sanos para potenciar un cultura mas humana y cristiana frente al dolor, al sufrimiento, a la discapacidad, a la agonía, a la muerte, al duelo y a la defensa de la vida.
Para el personal sanitario y los familiares de los enfermos, el centro sanitario y la casa del enfermo son a menudo fuente de dolor, angustias reprimidas y de conflictos, pero si se vive cristianamente, también puede transformarse en una de sus más hondas satisfacciones que provocan y ayudan al encuentro entre el enfermo y Jesús “El Buen Samaritano”, que se hace prójimo de aquel que sufre.
 “El mandato supremo de la ley es ama a Dios de todo corazón y al prójimo como a uno mismo (Mt. 22,37). Cristo hizo suyo este mandamiento del amor al prójimo y lo enriqueció con un nuevo sentido al querer identificarse Él mismo con los hermanos como objeto único de caridad, diciendo: Cuantas veces hiciste eso a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hiciste (Mt. 25,40); y estableció la caridad como distintivo de sus discípulos con estas palabras: En esto conocerán todos que son mis discípulos, si tienen caridad unos con otros (Jn 13,35). Por lo cual la misericordia para con los necesitados y los enfermos y las llamadas obras de caridad y de ayuda mutua para aliviar todas las necesidades humanas son consideradas por la Iglesia con singular honor” (A.A. 8)
Hoy la Iglesia debe practicar el mismo mensaje y realizar los mismos gestos de Jesús; ella es su continuadora; toda ella está implicada (Mt 28; E.N. 13,14). Por ello la comunidad cristiana debe ser la gran servidora de los enfermos; debe encarnar el mensaje de la misericordia y reavivar, desarrollar y hacer crecer el carisma del servicio. Allí donde nadie va, ella debe ir. Esta preocupación no es exclusiva de quienes en la Iglesia han recibido la consagración para el ministerio, es de todos, debe serlo (C.D. 17; A.A. 6).
Tema tomado de: Mateo Bautista; “¿Qué es la Pastoral de la Salud?”; Edit. San Pablo;Buenos Aires 1996; Pags.35-ss.