Hablemos de Bioética…
¿Qué es la
Pastoral de la Salud?
Por Pbro.
Lic. Alejandro de J. Álvarez Gallegos
Coordinador
Diocesano para la Pastoral de la Salud
Twitter: @padrealejandro
Facebook/ Hablemos de
Bioética
Blog: hablemosdebioetica.blogspot.com
La acción sanadora de Jesús no es la obra de un curandero,
taumaturgo, terapeuta o médico. No es el opositor de la ciencia médica, ni
siquiera desarrolló ningún discurso sobre la salud, sino que es suscitador de
nuevas experiencias saludables y salvíficas.
Toda su vida, incluso su dolor, sufrimiento y muerte, es un
generar salud tanto a nivel físico como en lo emocional, social, intelectual y
religioso de cada individuo y de la convivencia social.
Sanar es una forma de amar. Su acción terapéutica procede de una
persona sana (vive en clave de salud), saludable (irradia salud), sanadora
(regenera salud); de una persona que vive una salud integral, responsable,
gozosa, liberadora, solidaria, personal y comunitaria, abierta a la salvación.
Pastoral de la Salud es la presencia y la acción, en nombre del
Señor Jesús, de un ministerio de relación de ayuda, específico, entusiasta,
encarnado y capacitado, iluminativo, celebrativo, creativo y organizado que
tiene como modelo acabado la espiritualidad del Buen Samaritano. El sale al
encuentro del enfermo, de su familia, de los profesionales de la salud, de las
estructuras de salud y de todas las personas para potenciar una cultura más
humana y más cristiana frente al dolor, al sufrimiento, la discapacidad, la
agonía, al duelo y a la defensa de la vida.
Ministerio llevado a cabo desde la fe, por el anuncio y testimonio
de toda la comunidad cristiana (específicamente por el obispo, sacerdotes,
diáconos, religiosas y religiosos, ministros extraordinarios de la comunión,
agentes de pastoral, profesionales cristianos de la salud y por el mismo
enfermo) apoyándose en los auxilios de la gracia divina que son dados en la
vida sacramental, en la escucha de la palabra revelada y en la vida profunda de
oración.
Su objetivo: es ofrecer salud-salvación por medio de la curación,
asistencia, liberación, sanación, reconciliación, sentido vital, crecimiento
humano y salvación.
Su misión: es el encuentro con el enfermo, su familia, con los profesionales
de la salud, con las estructuras de salud y con los sanos para potenciar un
cultura mas humana y cristiana frente al dolor, al sufrimiento, a la
discapacidad, a la agonía, a la muerte, al duelo y a la defensa de la vida.
Para el personal sanitario y los familiares de los enfermos, el
centro sanitario y la casa del enfermo son a menudo fuente de dolor, angustias
reprimidas y de conflictos, pero si se vive cristianamente, también puede
transformarse en una de sus más hondas satisfacciones que provocan y ayudan al
encuentro entre el enfermo y Jesús “El Buen Samaritano”, que se hace prójimo de
aquel que sufre.
“El mandato supremo de la ley es ama a Dios de todo corazón
y al prójimo como a uno mismo (Mt. 22,37). Cristo hizo suyo este mandamiento
del amor al prójimo y lo enriqueció con un nuevo sentido al querer
identificarse Él mismo con los hermanos como objeto único de caridad, diciendo: Cuantas veces hiciste eso a uno de
estos mis hermanos menores, a mí me lo hiciste (Mt. 25,40); y estableció la
caridad como distintivo de sus discípulos con estas palabras: En esto conocerán
todos que son mis discípulos, si tienen caridad unos con otros (Jn 13,35). Por lo cual la
misericordia para con los necesitados y los enfermos y las llamadas obras de
caridad y de ayuda mutua para aliviar todas las necesidades humanas son
consideradas por la Iglesia con singular honor” (A.A. 8)
Hoy la Iglesia debe practicar el mismo mensaje y realizar los
mismos gestos de Jesús; ella es su continuadora; toda ella está implicada (Mt
28; E.N. 13,14). Por ello la comunidad cristiana debe ser la gran servidora de
los enfermos; debe encarnar el mensaje de la misericordia y reavivar,
desarrollar y hacer crecer el carisma del servicio. Allí donde nadie va, ella
debe ir. Esta preocupación no es exclusiva de quienes en la Iglesia han
recibido la consagración para el ministerio, es de todos, debe serlo (C.D. 17;
A.A. 6).
Tema tomado de:
Mateo Bautista; “¿Qué es la Pastoral de la Salud?”; Edit. San
Pablo;Buenos Aires 1996; Pags.35-ss.