Cuando
los hijos se van
Cuando los hijos
crecen, se casan o se van de la casa, el hogar que los vio nacer y crecer queda
vacío. A esto se le conoce como “el nido vacío”. Los padres sienten un hueco,
soledad, ya nada es como antes, como que
sienten que les hace falta algo….o ¿alguien?
Que los hijos crezcan y
se vayan no es posible cambiarlo, es parte de la vida humana, del crecimiento y
madurez personal, los padres deben saber dejar ir.
Pero, ¿Qué sucede después?,
¿Qué hacer cuando los hijos se van? Cuando ya no están en casa viviendo con los
padres?
No cabe duda que cada
familia es diferente, para algunos padres será como cambiar de página un libro
y vamos que la vida siga, pero para otros sí que será un momento y un período
difícil de superar. Es aquí en donde se debe identificar la pérdida y elaborar
un duelo. Sí, elaborar un duelo, pues tal
vez no se ha sufrido una pérdida como es la muerte, pero sí la pérdida de tener
al hijo en casa.
Es momento de buscar ayuda
psicológica y espiritual, de ser consciente de que yo como padre o madre,
también un día yo salí de casa de mis padres para formar un nuevo hogar, para crecer
como persona, no encerrarse en sí mismo lamiéndose la propia herida y ser susceptible
de caer en los chantajes hacia el propio hijo que se ha ido.
Si los hijos aún son
muy jóvenes y este momento aún está lejano, no importa, púes este es el momento
para que entre los esposos platiquen que harán el día que esto suceda.
Es muy saludable
comprender estos procesos humanos, pidamos la gracia a Dios de saber crecer y
de dejar crecer a los demás.
P.
Alejandro de Jesús Álvarez Gallegos
Coordinador
diocesano para la Pastoral de la Salud
pastoralsaludyucatan@hotmail.com
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