Saber
acompañar
Saber acompañar
ciertamente no es fácil. El acompañamiento de una persona que está pasando por
momentos de angustia, ya sea por un duelo, un enfermedad o cualquier tipo de
pérdida resulta siempre un reto para el acompañante.
Acompañar significa
<<estar con>>, <<caminar junto a>>, y para esto se
requiere de la práctica de la virtud de la empatía. Acompañar viene del latín: Cum-panis <<comer pan
juntos>>, sentarse a la mesa emocional y espiritual del enfermo y su
familia e intercambiar sentimientos, deseos, preocupaciones y esperanzas.
Acompañar es entrar en
tierra sagrada, pues muchas veces el enfermo nos permite entrar en lo más
sagrado que tiene, que es su conciencia. Y es en la conciencia donde precisamente
Dios habla.
Es ayudar al propio
enfermo a descubrir que es lo que Dios le está diciendo, porque Dios nunca se
queda mudo, siempre habla, pero hay que aprender a escucharlo. Para esto el
acompañante debe estar muy cerca de Dios, tener un diálogo real y sincero con
Dios, y también junto con el enfermo abrir el corazón y la mente para poder
escucharlo.
El acompañante pide
ante todo el don de la sabiduría para saber discernir las inquietudes del
enfermo, sus dolores, sus malestares, sus anhelos. Pero, todo esto no se puede
dar sino hay de por medio la empatía. El
que acompaña no dirige, sino que camina al lado; no impone su modo de pensar o
actuar; tampoco da consejos “sobre lo que debería de hacer”; sino que discierne
en común con los otros profesionales de la salud. Esto es generar empatía.
Cuando el enfermo no se siente a gusto con su acompañante se va a producir una
obscuridad en el diálogo, se volverá todo mecánico y gris.
En fin, que acompañar
siempre será un arte que se va aprendiendo día a día, no hay que desesperarse,
pues nadie nace sabiendo cómo acompañar a un enfermo o a una persona en
situación de crisis. En artículos posteriores abundaremos sobre este proceso de
acompañamiento que genera salud y como consecuencia la paz interior.
P.
Alejandro de Jesús Álvarez Gallegos
Coord.
Diocesano para la Pastoral de la Salud
pastoralsaludyucatan@hotmail.com
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